El compromiso de la Fuerza Aérea Uruguaya con el automovilismo nacional

Desde hace ocho años, la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU) mantiene un vínculo estrecho y operativo con el automovilismo nacional, a través de su participación activa en todas las fechas del Campeonato Nacional de Rally, organizado por el Club Uruguayo de Rally. Este trabajo coordinado representa un aporte fundamental en materia de seguridad, respuesta ante emergencias y apoyo sanitario especializado, en un deporte que se caracteriza por desarrollarse en terrenos complejos y de alto riesgo.
En el marco de una nueva etapa del campeonato, realizada en el departamento de Lavalleja, la Dirección de Comunicación Institucional de la FAU entrevistó al Director de la Prueba, Marcelo Azayan, quien compartió detalles sobre la dimensión operativa que involucra cada competencia y el rol esencial que desempeña la Fuerza Aérea en este contexto.
“El rally es un deporte que exige una coordinación minuciosa entre distintas áreas: seguridad, fiscalización deportiva, cronometraje, control de rutas, asistencia médica y comunicación. Detrás de cada etapa hay cerca de 80 personas trabajando para que todo funcione correctamente. En promedio participan 40 autos, y las condiciones del terreno hacen que cualquier imprevisto deba atenderse con rapidez y precisión”, explicó Azayan.
En ese sentido, la Fuerza Aérea Uruguaya se ha transformado en un aliado estratégico para la organización del campeonato. Gracias a la cooperación sostenida entre ambas instituciones, se ha elaborado un protocolo de actuación específico, adaptado tanto a las necesidades del deporte como a los requerimientos operativos de la FAU. Este protocolo contempla, entre otros aspectos, la disponibilidad de aeronaves y personal altamente capacitado para brindar asistencia médica de emergencia y evacuación aérea cuando la situación lo amerita.
El Centro de Operaciones Aéreas es el que designa al Escuadrón Aéreo N.° 5 (Helicópteros) para este tipo de misiones. Sus aeronaves, junto al personal médico y de rescate debidamente entrenado, son un recurso esencial en este dispositivo de seguridad interinstitucional.
“El trabajo conjunto con la Fuerza Aérea ha sido fundamental. Nos permitió profesionalizar aún más la estructura de seguridad del rally. En materia de tiempos de respuesta, Uruguay hoy está a niveles internacionales. Y eso, en situaciones críticas, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte”, afirmó el Director de la Prueba.
Azayan también destacó el impacto positivo que tiene la posibilidad de una evacuación aérea en zonas de difícil acceso: “Competimos en caminos rurales, en campo, en zonas donde un vehículo terrestre puede tardar mucho en llegar o incluso quedar detenido. El despliegue aéreo permite reducir drásticamente esos tiempos y evacuar al paciente directamente a un centro médico especializado, sin escalas innecesarias. Eso es absolutamente invaluable, no solo por la tecnología y los medios que aporta la Fuerza Aérea, sino también por el profesionalismo del personal médico y de rescate”.
La cooperación entre la FAU y el Club Uruguayo de Rally ha permitido establecer una sinergia basada en la planificación, el profesionalismo y el trabajo con procedimientos estandarizados. En algunas competencias, la tripulación y el helicóptero permanecen en estado de alerta en la Brigada Aérea I, ubicada en Carrasco, listas para intervenir en caso necesario. En otras ocasiones, la Fuerza Aérea traslada medios aéreos y personal directamente al terreno, con el objetivo de reducir aún más los tiempos de reacción.
“El automovilismo deportivo trabaja mucho con protocolos, y la Fuerza Aérea también. Por eso fue muy natural unir fuerzas y generar procedimientos en común. Hoy contamos con un sistema de actuación que se adapta perfectamente a las exigencias del rally y a la operativa de la FAU. El agradecimiento por parte del Club Uruguayo de Rally, y del automovilismo en general, es total”, concluyó Azayan.
Con su participación permanente en todas las fechas del campeonato, la Fuerza Aérea Uruguaya no solo fortalece la seguridad de uno de los deportes más exigentes del país, sino que también reafirma su compromiso con la sociedad civil, el trabajo interinstitucional y el apoyo a las actividades que promueven el desarrollo humano, y el profesionalismo.